

Son el vivo ejemplo de la juventud, por lo tanto, se los ve casi siempre enérgicos y en movimiento, con necesidad de mostrarse, de ser admirados por su apariencia, son muy extrovertidos, alegres cuando se dan el lujo, e inteligentes. Al ser uno de los signos más impredecibles, suele poseer estas cualidades de manera negativa, puede no darle importancia a lo intelectual, puede tener mal genio, o una personalidad bastante fría. Acuario, es como el juego de la ruleta rusa.
El origen de este signo zodiacal se remonta en la historia de Ganímedes, un joven príncipe con una belleza tan extrema que era envidiado hasta por las mujeres, y tan irresistible, que ni los dioses se contenían por su deslumbrante imagen. Zeus, desde el Olimpo, al escuchar esas cosas acerca de este joven, fue a comprobar si existía tal humano con esas descripciones, pues, no hubiera aguantado que las personas inventen rumores sobre dichas cualidades.

El dios, fue a verlo en forma de águila, al asombrase por su belleza, lo raptó y lo llevó volando al Olimpo. De esta manera, Ganímedes fue el primer y único amante masculino que Zeus tuvo y se conoce hasta el momento, por lo que comenzó a darle todos los gustos en el reino de los dioses.
Ganímedes, se convirtió en el copero de los dioses, por lo que le pidió al rey del Olimpo que le diera un recipiente que nunca se acabe para poder servir infinitamente. Zeus, también le dio de beber del elíxir de de la juventud de su hija Hebe, para que jamás envejezca su cuerpo.
A su padre, Laomedonte (o Tros), rey de Troya, Zeus le dio en compensación, por llevarse a su hijo, corceles inmortales. Además, le dijo que para recordar siempre al príncipe, debía mirar al cielo, ya que el dios había creado dos constelaciones, Acuario y Águila, en representación a Ganímedes sirviendo elíxir divino para siempre, y el animal en el que Zeus se transformó para conducirlo a su ascenso divino.