AFRODITA
El nombre Afrodita, se ha escuchado innumerables veces para hacer referencia a una diosa espectacularmente bonita, o como representación misma de la belleza o el amor. A pesar de esto, se ha llegado a una conclusión con el pasar de los tiempos con la iniciativa del mejor filósofo griego de todas las eras, Platón, de que no había una, sino dos diosas llamadas así, Afrodita Urania, y Afrodita Pandemos.
La primera, fue hija del titán Urano, “el cielo”, que se formó de su semen (cuando Cronos lo castró) y la espuma del mar, naciendo así, la diosa del amor “celestial”, el amor puro, espiritual. La segunda, era en cambio hija de Zeus y Dione, y representaba meramente el amor carnal, el sexo, siendo así, dos amores distintos.
Esta teoría, tuvo mucha racionalidad y concordancia porque, a la hora de hablar del amor, se le debe dividir debido a que está el sexual, relacionado con el cuerpo, y el espiritual, relativo a los sentimientos.
Aunque más tarde son descriptas como dos diosas distintas por Platón, Afrodita Pandemos, la hija de Zeus, era la que participaba en todos los mitos atribuidos a una diosa del amor.
AFRODITA Y HEFESTO
Cuando Hera se encontró con la diosa Tetis, quien había criado a su hijo Hefesto cuando lo tiró del Olimpo, vio que tenía una hermosa pieza de joyería, cuando se enteró que su hijo era el responsable de tal obra de arte, lo buscó y le dijo que había cometido un error al lanzarlo y que volviera al Olimpo porque era digno por su trabajo de herrería y orfebrería.
El dios, aceptó, pero tenía una venganza bajo la manga, así que apareció en el Olimpo con un regalo, un trono de oro para Hera, que la atrapó y sólo Hefesto pudo liberarla cuando Dionisio lo embriagó y lo obligó a hacerlo. Luego, cuando las cosas ya no estaban tensas entre dioses, estos le ofrecieron como una tregua para que se deshiciera del rencor hacia su madre, la mano de la doncella entre dioses, la diosa más hermosa del Olimpo, Afrodita.
El dios aceptó encantado, a diferencia de ella, que se sorprendió al ver lo feo que era, no estaba muy satisfecha, pero su padre, Zeus, la obligó para dejar la pelea entre seres divinos que madre e hijo tenían y no tuvo más remedio.
AFRODITA Y ARES
La diosa más hermosa, aunque estaba casada con Hefesto, no descartó la idea de engañarlo, pues, era el dios más feo y nisiquiera estaba enamorada de él, ella solamente fue como una especie de regalo para él. Con toda esta situación, decidió serle infiel con el dios más vigoroso y fuerte, Ares, el dios de la guerra, con el cual, tuvo un gran amorío hasta ser descubierta.
El dios de sol, Helios, se enteró por un error de Alectrión de esta infidelidad, un joven militar al cual Ares le tenía depositada toda su confianza para que vigilara las puertas del Palacio de Hefesto, donde tenía sexo con Afrodita cuando el herrero no estaba en casa.
En una ocasión, el joven, se quedó dormido durante su tarea de centinela, ya que había estado toda la madrugada haciendo guardia, entonces Helios, llegó al amanecer y alcanzó a espiar entre las puertas y vio a los dioses en el acto sexual. Cuando le contó al dios del fuego y la herrería, este planeó una venganza contra su esposa y forjó una red de metal tan fina, que parecía invisible, luego, la ató en la cama en que Ares y Afrodita tenían relaciones.
Esa noche, los amantes comenzaron a copular, de una manera tan fuerte y violenta, que la trampa se activó y quedaron totalmente atrapados, entonces Hefesto, aprovechó y llamó a los otros dioses para que fueran testigos de la lujuria y el descaro de aquellos amantes.
Los mitólogos, mencionan que Hermes, el dios mensajero, dijo al ver a Afrodita desnuda que también correría la misma vergüenza que Ares, con tal de estar acostado con ella. En efecto, la diosa lo escuchó y le ofreció un encuentro sexual, y de éste, ella concibió un hijo, y su belleza, era como la de su madre, su nombre, fue Hermafrodito (Hermes y Afrodita).
Cuando Hermafrodito era un adolescente, se encontró con una ninfa cerca de una fuente, Sálmacis, la cual se enamoró de él, pero Hermafrodito la rechazó y se metió a bañarse en la fuente. La ninfa, descontrolada, se metió con él y lo abrazó fuertemente, de repente, le suplicó a los dioses que la unieran al joven para estar siempre juntos.
En un instante, comenzaron a fusionarse, y de tal unión, salió un ser con ambos sexos que pasó a llamarse Hermafrodita, de ahí el origen etimológico del ser vivo con ambos aparatos sexuales en su cuerpo. No confundir con andrógino, que es una persona que no aparenta tener su sexo, como una mujer que parece hombre, o un hombre que parece mujer, ese un ejemplo del ser andrógino.
HIPÓLITO
Era un hombre que amaba el arte de la caza y veneraba a la diosa de la misma, Artemisa, pero por Afrodita, sentía un gran desprecio. Para vengarse, la diosa, hizo que la madrastra, Fedra, se enamorara de él. Como la rechazó, se suicidó, y la nodriza, que le había contado al cazador que su madrastra lo amaba, dejó un mensaje para librase de la culpa diciendo que Hipólito había violado a Fedra y esta se quitó la vida por vergüenza.
Cuando llegó el padre de Hipólito, Teseo, y vio la nota junto al cadáver de su esposa, le pidió a Poseidón que lo castigara por el descaro y el dios entonces envió un monstruo marino cuando el cazador cabalgaba. La criatura, lo envistió tan fuerte que voló, y cuando cayó, Hipólito fue aplastado por sus caballos.
ADONIS
Afrodita, había incitado a Mirra, una joven princesa, a cometer incesto con su padre, Ciniras, rey de Esmirna (Turquía), y llevó a cabo su plan. La nodriza de Mirra, se unió a la meta de la joven y ayudó seduciendo al rey, al cual, le dijo la mentira de que estaría esperándolo en un cuarto oscuro para tener relaciones.
Ciniras, fue hacia la habitación y comenzó a tener sexo con Mirra sin saber que era ella, al encender una vela luego del acto, el rey se dio cuenta de que había cometido incesto y persiguió a su hija con un cuchillo, el cual cambió después por un arco. Mirra, salió corriendo y se ocultó en la naturaleza pidiendo desesperadamente ayuda a Afrodita y ésta la convirtió en un árbol (siendo uno de “mirra”), pero Ciniras, vio justo su transformación y le arrojó un flechazo.
Del disparo, la flecha separó un trozo del árbol que se transformó en un bebé, era el hijo que Mirra y el rey concibieron. La diosa, cuidó de él y lo nombró Adonis, y más tarde, cuando creció, se enamoró de él. Al ser un joven con tanta belleza, temió que algo le pasara y lo encerró en un cofre que entregó a Perséfone para que cuidara. Cuando ésta abrió el cofre, vio a Adonis y se sorprendió por su belleza.
Por esta razón, hubo una disputa por la cual ambas diosas tuvieron que recurrir a Zeus para ver quien se quedaría con el amor de Adonis. El rey del Olimpo, imparcial, decidió que el joven pasara cuatro meses con Perséfone, cuatro con Afrodita, y los otros cuatro restantes del año con quien quisiera, Adonis, eligió también ese tiempo para estar con Afrodita.
Más tarde, Adonis murió por el feroz ataque de un jabalí, se dice que fue Ares transformado por los celos que le tenía, y también que el animal fue enviado por Artemisa vengándose de Afrodita por estar involucrada en la muerte de Hipólito.
DESCENDENCIA
Afrodita concibió junto a Ares a Eros, dios del amor (de los nombres de madre e hijo surgen los términos afrodisíaco y erótico), el ya mencionado Hermafrodito con Hermes, también se dice que Poseidón los favoreció a ella y a Ares durante el juicio luego de que se descubrió su amorío, y en agradecimiento, Afrodita le ofreció sus “servicios” y concibió dos hijos con el dios del mar, Rodo y Herófilo.
Zeus, a pesar de estar tentado, nunca tuvo contacto con ella, pero para vengarse de los deseos que le daba, hizo que ella se enamorara perdidamente de un mortal, Anquises, rey de los dárdanos, con quien, haciéndose pasar por una princesa mortal, tuvo sexo una noche, revelando su identidad al amanecer e indicándole que el hijo que tuvieran sería famoso, el héroe Eneas.
Afrodita pasó varias noches con el argonauta Butes, en Sicilia, dándole un hijo llamado Erix, que llegó a ser rey de la isla. Con Adonis tuvo a Golgos, fundador del Golgi en Chipre, y una hija, Beroe, fundadora de Beroea en Tracia.
