







Ares
ARES Y LOS GIGANTES
Es el dios de la guerra, y también la personificación de ella, cuando bajaba del Olimpo, se sabía que la batalla era inminente, que hasta los pueblos hermanos se verían en conflicto y se destruirían mutuamente hasta que el siniestro dios estuviera satisfecho de su sed de sangre.
Este no iba solo al combate, iba acompañado de su amiga y hermana, Iris, la diosa de la discordia y el caos, pues, ambas cosas van de la mano con la guerra, también, iba escoltado de sus lacayos, Deimos y Fobos, las representaciones del terror y el miedo, ya con saber sus nombres, no es extraño imaginarse que eran hijos de Nix, la noche, y Érebo, la oscuridad. Ares era conocido por los romanos como Marte.

Deimos
Existe un mito en el que el dios de la guerra fue secuestrado por Oto y Efialtes, dos gigantes que quisieron apoderarse del Olimpo y comenzaron llevándose a este para debilitar las defensas de reinado divino.
Ares, estuvo prisionero en una vasija de bronce y sujeto por cadenas por tres meses, así que, para salvarlo, Artemisa le prometió a uno de los gigantes, Oto, que le daría su amor. Su hermano, muerto de celos, se lanzó sobre él y comenzaron a pelear entre las criaturas, entonces la diosa aprovechó para convertirse en un ciervo y escapar. Los gigantes, terminaron matándose entre ambos cuando Artemisa pasó entre medio de ellos y en un falso intento de matarla con sus lanzas, se las insertaron mutuamente.
ARES Y AFRODITA
El dios más sanguinario, y la diosa más bella, tenían un amorío que duró en secreto muy poco tiempo, ya que, Hefesto, el esposo de Afrodita, se enteró por boca de Helios de que su mujer lo engañaba y tenía varios encuentros sexuales con Ares.
El dios de sol se enteró por un error de Alectrión, un joven militar al cual Ares le tenía depositada toda su confianza para que vigilara las puertas del Palacio de Hefesto, donde tenía sexo con Afrodita.

Fobos
En una ocasión, el joven, se quedó dormido durante su tarea de centinela, ya que había estado toda la madrugada haciendo guardia, entonces Helios, llegó al amanecer y alcanzó a espiar entre las puertas y vio a los dioses en el acto sexual. Cuando le contó al dios del fuego y la herrería, este planeó una venganza contra su esposa y forjó una red de metal tan fina, que parecía invisible, luego, la ató en la cama en que Ares y Afrodita tenían relaciones.
Esa noche, los amantes comenzaron a copular, de una manera tan fuerte y violenta, que la trampa se activó y quedaron totalmente atrapados, entonces Hefesto, aprovechó y llamó a los otros dioses para que fueran testigos de la lujuria y el descaro de aquellos amantes.
Ares, enfurecido con el joven Alectrión, lo convirtió en un gallo para que se quedara despierto toda la madrugada y cantara cada vez que se Helios se aproximara. De ahí, nace una alegoría en representación al gallo, que canta cada vez que el sol aparece.
DESCENDENCIA
Se dice que Ares tuvo muchos hijos con mujeres mortales, los cuales eran agresivos, vándalos, caóticos, groseros y vulgares, algunos, eran excelentes en batalla como su padre. La descendencia más famosa que tuvo con una diosa, fue la que tuvo con Afrodita. Fruto de este amorío, salió Eros (de su nombre proviene el término erotismo), dios del amor y la atracción sexual, era el equivalente masculino de su madre, Afrodita, y conocido como Cupido por los romanos.
Luego, concibieron a Anteros, la diosa del amor no correspondido y la venganza pasional. Según la historia, tuvieron a esta última porque Afrodita muy preocupada le consultó a Temis por qué su hijo Eros no crecía (por eso se lo representa a veces como un bebe alado), por lo que la diosa, que poseía el don de la profecía, le aconsejó que tuviera otro hijo para que Eros tuviera un compañero de juegos. Anteros, era la representación de la venganza en el amor, cuando alguien no recibía el mismo trato de su amor o éste era no correspondido, ella actuaba en venganza.





