
Budismo

Esta religión, surgió con Siddharta Gautama, quien nació en Kapilavastu, Nepal, y fue príncipe de un reducido territorio y vasallo del rey de Magadha y de Maya Devi. Fue llamado Buda por la tradición hindú, que llama así a las personas especiales, que, habiendo conseguido la iluminación espiritual, tienen como encargo el impartir la enseñanza salvadora a los hombres.
Desde muy joven demostró una gran inteligencia y la búsqueda de virtudes morales. Le agradaba la soledad y amaba la meditación. Fue educado en el manejo de las armas por ser príncipe heredero, estudió también las ciencias y las artes disfrutando al mismo tiempo de toda suerte de privilegios.
Con tan solo 16 años contrajo matrimonio con su prima Yasodhana con la que tuvo un hijo, Rahula. A la edad de 28 inició su peregrinación. No pasó mucho tiempo, cuando ya le seguía de pueblo en pueblo, gran cantidad de personas con las que formó una comunidad religiosa.
Dividió a los monjes en tres grados: blukchus, (mendigos, pobres) srarakas, (hombres instruidos y distinguidos en la predicación) y arhats (jefes venerables de las comunidades religiosas). Durante más de 40 años predicó por la India central y occidental. En la época de lluvias, se reunía junto a los blukchus en un rihara (convento) para adoctrinarlos en cuestiones relativas a la predicación, la paciencia, la limosna y la benevolencia.
A la edad de 80 años y estando en la ciudad de Vaisali, comunicó a sus discípulos que en el plazo de tres meses moriría. Se encaminó hacia Kusinagara, Uttar Pradesh, India, acompañado de Ananda y de Anuruddha, dos de sus mejores discípulos y allí murió en el año 483 a.C. Sus últimas palabras fueron: "todas las cosas son perecederas. Esfuércense por su salvación".
Lo que caracteriza al budismo es que es una religión que ofrece una ruta espiritual para trascender del sufrimiento de la existencia. El Samsara se considera que es el ciclo del nacimiento, muerte y reencarnación al que todos los seres están sujetos, y que es producto de las consecuencias del karma, la suma de malas acciones que se acumulan a lo largo de las diferentes vidas de ese ser. La liberación del Samsara se logra a través de un conocimiento trascendente en el que se supera la avaricia, el odio y el engaño y se pasa al nirvana, estado máximo de iluminación.
FUENTE: BUSCABIOGRAFIAS.COM
LLegada del budismo a Japón
El budismo llegó a Japón por medio de China y Corea en el siglo VI. Aunque fue bien recibido por los japoneses, esta religión no se esparció entre la población común debido a la complejidad de la misma. Hubo conflictos iniciales con el sintoísmo, la religión nativa de Japón, pero luego lograron coexistir e incluso complementarse.
Durante el Periodo Nara, los monasterios budistas de la capital, como Todaiji, lograron tener mucha influencia política y fue una de las razones por las cuales la capital se trasladó a Nagaoka en el 784 y a Kyoto en el 794. Sin embargo, el problema de la ambición política y militar de los monasterios continuó siendo un problema dentro de Japón a lo largo de su historia.
Actualmente existen 90 millones de practicantes del budismo en Japón. Sin embargo, la religión no afecta directamente a la vida diaria de los japoneses. Los funerales se celebran según la tradición budista, y muchas casas tienen en el interior un altar para orar a sus antepasados.
Fuente: Conocejapón.com
Dioses principales del budismo
Los cinco poderosos dioses llamados Myô-ô (Cinco Grandes Reyes de la Sabiduría, en sánscrito: Vidyaraja). La palabra “Vidya” significa conocimiento, y estos dioses aportan el conocimiento (vidya) de los tantra y otras prácticas secretas y ocultas.
* Kongō-Yasha Myō-ō: En el culto shingon del budismo japonés, el dios protector Kongō-Yasha Myō-ō (金剛夜叉明王) tiene tres caras amenazadoras y seis brazos (o una cara y cuatro brazos), y representa la fuerza. Se le sitúa en el norte.

* Daiitoku Myō-ō: Es un dios protector que tiene seis caras, seis piernas y seis brazos que empuñan armas. Cabalga sobre una vaca blanca, y se le venera como el dios de la victoria. Daitoku puede vencer a serpientes venenosas y dragones, y tiene el poder de destruir el mal y crear el bien. Se le sitúa en el oeste.


* Fudō Myō-ō: En el culto budista Vajrayāna, el dios Acalanatha (अचलनाथ, 不動明王 en China y Japón, Búdòng Míngwáng, Fudō Myō-ō) es el más importante de los reyes de la sabiduría. Con la mano derecha empuña una espada flamígera, y con la izquierda sujeta una cuerda para atar a los demonios. Se le sitúa en el centro, entre los otros cuatro dioses situados en los cuatro puntos cardinales.


* Gōzanze Myō-ō: En el culto shingon del budismo japonés, el dios protector Gōzanze Myō-ō (降三世明王) tiene tres caras amenazadoras y ocho brazos, y es enemigo de la ingenuidad y de la ira. Se le sitúa en el este.
* Gundari Myō-ō: En el culto budista vajrayāna, el dios protector Gundari Myō-ō (軍荼利明王) tiene tres caras amenazadoras y ocho brazos, la mayoría de los cuales empuñando armas. Se le representa con serpientes deslizándose por su cuello y piernas. Está situado en el sur.

Fuente imagenes e info: reli-budismo-zaraydani.webnode.es/dioses-del-budismo/
Mara, el antagonista
En el budismo, es el ser, o la fuerza negativa de esta religión, el antagonista de la misma y enemigo de Buda, ya que trató de impedir que consiguiera la iluminación. La función de Mara es impedir que las personas se conecten espiritualmente con su ser y alcancen la iluminación, y lo hace por medio de la tentación, ya que se le atribuye la gula, el odio y el egoísmo.
Se lo considera tanto un demonio del budismo, como una fuerza negativa, que induce a los humanos a renunciar a la elevación del espíritu y los conduce a la perdición e ignorancia espiritual, aunque contra Buda no tuvo efecto. Algunos mitólogos lo consideran el equivalente de los Shinigamis, ya que en el budismo no se cree en ellos, atribuyéndole la muerte a éste.