

Afable, muy cordial y responsable, mayormente a nivel laboral, algunas veces malhumorado y choca contra el mundo, tiene un carácter tan fuerte que la frase “loco como una cabra” va de su mano, esto se debe también al animal de su signo, ya que se está hablando de Capricornio.
Este signo, tiene una particularidad, son dos en uno, la cabra es la principal figura, pero la historia de la constelación envuelve también a un personaje femenino, debido a eso, hay veces en las que este signo presenta dualidades, sin ser mutable, y por eso, ocurre que en ocasiones las mujeres de este signo suelen ser, o las más femeninas de todas, o muy masculinas.
La historia de Capricornio tiene origen en la crianza de Zeus, que fue dejado al cuidado de las ninfas y los bailarines coribantes por su madre, Rea, cuando Cronos creía que lo había devorado, mientras que fue una piedra la que se llevó a la boca.

En ese momento, hubo una ninfa en particular que cuidó del dios cuando era un niño, Melisa, la cual lo alimentó con leche de una cabra, Amaltea, a la cual le arrancó un cuerno jugando. Cuando murieron, Zeus las ascendió al cielo a ambas en agradecimiento por su cuidado y las convirtió en la constelación de Capricornio.